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En plena era de la información, el mero acceso a la información o la
acumulación de ésta, no es suficiente.
La clave de la sociedad de la información es la ordenación de dicha
información. El que es capaz de comprender lo que dicen los datos, el que
acceda a una información verificada y ordenada, ése es el que tiene las de
ganar.
Incluso la información que se consideraba "clasificada" o
exclusiva de una organización o empresa está accesible vía Internet a toda la
sociedad. Lo que diferencia un "diamante" de un "trozo de
carbón" es la capacidad de discernir su fiabilidad, sus origines y
sobretodo la aplicabilidad de dicha información.
Disponer de una base de datos de la competencia no es algo
exclusivo de un gabinete de estudios especializados o incluso de un detective
empresarial. Todo el mundo puede acceder a los PVP de la mayoría de productos y
empresas e incluso navegando por unos cuantos foros especializados, se puede
saber el baremo real de precios al consumo en el caso de que estos no
coincidieran con los publicados por la empresa.